Soy admirador de la gente que sigue sus sueños y o vive la vida tal como la quiere, en principio porque es un acto de valentía vivir sin complacer a los demás y segundo porque requiere un trabajo de constancia y perseverancia digno a aplaudir. Ahora bien, soy admirador de gente que conozco, de gente que he visto como ha luchado por sus sueños, de gente tangible y cercana, no de gente famosa que tiene siempre una historia de pobreza y tristeza detrás.
Últimamente me he encontrado con un movimiento de personas que no conoce ni remotamente la historia de ciertos personajes públicos y de la noche a la mañana admira enormemente. Es muy común y de mal gusto recordar frases celebres de las personas cuando mueren y no cuando están en vida, sucede en cada familia donde típico que lo que decía el tío muerto tiene más significado ahora, o las advertencias y cuidados de la abuela se extrañan hoy más que nunca, no obstante estos casos son personas que conocemos y entendemos el valor de cada palabra porque compartimos con esas personas.
Cuando murió Steve Jobs – QEPD – mucha gente, por no decir nadie, sabia quien era él, que había hecho y por qué tanto duelo en el mundo, gracias a Wikipedia la gente se documenta, entiende el nivel de la perdida e inmediatamente comienza una adoración por Steve Jobs inexplicable, donde todo el mundo postea sus frases celebres, su discurso dicho hace muchos años, su forma de pensar se convierte en una filosofía de vida.
Steve Jobs no hizo nada extraordinario más que seguir sus sueños y convertir sus locuras en productos de gran demanda, el hizo lo que debemos hacer muchos y que por razones necias no aplicamos.
Cuando ya pasaron los novenarios de Steve Jobs y bajó la fiebre por este señor, que insisto nadie hace 1 año mencionaba, salvo diseñadores y gente High Tech, el mundo volvió a la normalidad y Steve Jobs pasó a la historia.
Los venezolanos necesitábamos alguien que sea Trendic topic, un nuevo líder espiritual que les inspirara sentimiento de lucha y superación, alguien que rompiera obstáculos, es entonces cuando entra en escena Maickel Melamed, un economista de profesión y coach organizacional de oficio que practica deportes extremos a pesar de su retraso motor.
Maickel decidió un día correr un maratón de 42K en New York y desde allí se ha convertido en una inspiración para los venezolanos, logrando que todos siguieran minuto a minuto su recorrido de 15 horas en el maratón, haciendo trasnochar a muchos, gastarle los megas de navegación a otros, en fin. Maickel es el nuevo líder espiritual de los venezolanos.
Maickel al igual Steve solo ha hecho lo que ha querido, se ha arriesgado y eso se aplaude, pero hasta allí. No comprendo el afán de idolatrar a alguien que por su “discapacidad” ha hecho cosas fuera de su alcance, sencillamente siguió sus sueños.
Es muy triste ver como un país se impresiona fácilmente con gente común que hace simplemente las cosas como deben ser, gente que le hace caso a su corazón y no lo que dicen los demás. Pero más triste me parece admirar a alguien que hace 48 horas ni sabias quien era, ni que hace y ni como vino al mundo, y comenzar a seguir a la manada solo para estar en onda, para no quedarse fuera de las conversaciones. Personalmente creo que admirar a Maickel Melamed raya en la lástima, llevarlo a programas de televisión con música triste de fondo y que cuente como es su vida con su retraso motor es un bajo recurso de rating.
Lo más triste, es que ya nadie habla de Maickel Melamed, ya no importa, ya pasó, ya corrió, ya no es Hashtag mucho menos Trendic topic, ya no es Nick de Facebook ni de perfil de Blackberry. Steve Jobs también paso a la historia, ya paso el lamento, el duelo y la fiebre, mientras sigan existiendo Iphones seguirá vivo su recuerdo pero sus “frases celebres” duraron 1 semana, ya nadie las recuerda textualmente.
Estoy esperando al nuevo líder espiritual, necesitamos alguien que supere a Maickel Melamed, una historia más trágica, mas inspirador, que nos conmueva, necesitamos ideas para una película biográfica, necesitamos hablar de algo o de alguien, necesitamos un Hashtag.
Por qué en lugar de seguir a la manada y hacer lo que todo el mundo hace, revisamos bien que están haciendo ellos que nosotros no, que nos falta para alcanzar nuestros sueños y cumplir nuestras metas; por qué en lugar escribir sus frases celebres no comenzamos a escribir las nuestras, o por lo menos tomamos el ejemplo.
Por qué mejor no dejamos de escribir Nicks sin sentido para parecer inteligentes y escribimos nuestra propia historia, una historia que valga la pena contar, tan o más inspiradora que la vida de Steve Jobs.
Piénsenlo, “Nada es suficientemente grande como para no intentarlo” Maickel Melamed.
Sin alguna causa especifica, porque todas tienen sentido, y al mismo tiempo son absurdas, tomando en cuenta que cada cabeza es un mundo. Lo importante es que tengamos alguna razon para luchar por algo, asi sea una causa perdida...Eso da sentido a la vida.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Cuando crucé el charco
Un día se me presentó una oportunidad de hacer un viaje, el viaje que tanto quería y que nunca organizaba, un viaje que veía a largo plazo, de esos viajes que harás “cuando tengas las condiciones”, un viaje a un mundo más allá de mi nariz… Europa.
Cruzar el charco me llevó un mes y 8 horas exactamente, el dinero estaba solo que yo no lo sabía, usé todos los comodines que ofrece la ley del trabajo; tenía una carrera contra el tiempo con Cadivi y laboralmente estaba en el momento más crítico de la oficina, cualquiera podría abortar la misión y planificar el viaje para otro momento. El destino estaba escrito y yo debía irme a conocer el lugar donde empezó todo, la cuna de nuestra historia.
Es muy triste cuando sales del país y notas la diferencia a leguas, de verdad se siente otro aire, otro oxigeno, estas en otra cultura y terminas desmintiendo la creencia de que todos somos iguales. Señores! No somos iguales nada, somos parecidos. No es ni siquiera el mismo español, y aunque es el mismo idioma sientes que estamos hablando lo mismo.
Más allá del turismo que hice, me tocó conocer la ciudad desde la perspectiva del que vive allá: hacer mercado, ir al médico, tomar el transporte público en cualquiera de sus presentaciones, etc. Y fue allí donde poco a poco fui entendiendo como todo tiene un orden y una sincronía, desde el peatón hasta el buhonero que vendía carteras de imitación, pasando por el ciclista y el mendigo, viven en perfecta armonía, cada quien tiene un espacio y los derechos y deberes sobre el mismo. Conocí en la práctica un mundo en el que los deberes tienen tanta importancia como los derechos, un mundo en que cada centavo cuenta y cada compra es finamente pensada antes de hacerse.
Era un mundo en que las putas tienen una calle y una jerarquía, y los gays un barrio completo, en el que hasta el yunkie cruza por el rayado. Era un mundo en que importa más el descanso que el desgaste, en que la gente trabaja para vivir y no vive para trabajar, y donde la gente vive y disfruta su ciudad, donde cualquier plaza es una discoteca y donde cualquier café es un sitio en encuentro.
Era un mundo en el que sin mucho dinero haces muchas cosas, donde el cine no es el único entretenimiento, donde un rio es perfecto para la cita ideal y donde el carro pierde protagonismo porque el Metro es el rey.
Lo más cumbre de todo es que lo que he contado arriba son cosas totalmente sociales, en ningún momento he mencionado tecnología, arquitectura, etc. Lo más impresionante es que el desarrollo de un país lo hace su gente, cuando la gente cumple sus deberes se le cumplen sus derechos y en esa ecuación el resultado sencillamente es el orden.
Es inevitable no querer quedarse en un mundo que huele a orden y a seguridad, mucho más cuando no la conoces, y tal como un viajero promedio me traje como souvenir las miles de cosas que no debemos hacer aquí, me traje comparaciones y aprendizajes, me traje respeto y tolerancia, una bolsa de orden y un kilo de seguridad.
Quienes quieran entender el valor de la organización, el respeto y la tolerancia, échense un viaje y crucen el charco, hay un mundo más allá de Sambil, Margarita e Higuerote, un mundo más grande donde todos tienen un lugar y un espacio, donde la calle tiene vida todo el día y donde la gente vive sin pensar en que va morir, un mundo muy parecido al que nos prometieron al separarnos de España hace 200 años.
martes, 20 de septiembre de 2011
10 Hábiles
Todos los días me levantaba y sonaba mi despertador, leía los titulares del día a través de Twitter, revisaba las actualizaciones de mis contactos y mi correo electrónico, en las quincenas no eran las 9am y ya había realizado mis pagos, estaba informado de todo un poco y escuchaba mi música, como lo hacía? Como mi celular! Mi centro de operaciones!.
Hace días mi celular sufrió lo que yo llamo un ACV, dejo de funcionar su sistema y tuve que dejarlo en reparación, como todo en este país, las cosas tardaran entre 10 a 15 hábiles, 10 días hábiles sin mi teléfono; a cambio de eso Movistar me presta un celular “mientras tanto “como dicen. Si fuese un cliente postpago me habrían dado otro celular, pero siendo parte del 80% de los usuarios de forman los usuarios prepago no tengo derecho a sino a un Huawei T158, pagando el mismo como si tuviera Blackberry.
Por un lado me sentí burlado, porque no podía creer la mala idea que fue dejar el celular en reparación, y por otro me sentí deprimido porque había dejado durante 10 días hábiles toda la inmediatez, el acceso y la facilidad que tiene tener un Smartphone. No podía creer que en un mundo que se mueve con internet móvil las empresas todavía tengan celulares básicos en su stock.
Así como cuando terminas con tu pareja y todo el mundo te pregunta por esa persona o te recuerdan a esa persona, de la misma forma me sentí sin mi blackberry, era como un despecho tecnológico, me sentía solo, porque mi teléfono era mi escape cuando no tenía nada que hace, cuando en un encuentro social no tenia con quien hablar o quería evadir una conversación y laboralmente resolvía cosas con el. Quise ir al cine y cuando quise consultar la cartelera… Zas! No tenia cómo.
Pase de tener 45 conversaciones abiertas a tener un SMS de Atención al Cliente de Movistar, pase tener 207 contactos a 50 personas en mi agenda, de estar actualizado a cada minuto a enterarme 24 horas después que ya el mundo olvidó la noticia.
Estoy plenamente consciente que soy exagerado, que el mundo no se va acabar porque no tengo Blackberry, que al menos tengo un teléfono con el puedo llamar aunque el mundo de hoy solo escriba mensajes, pero creo que no sabía lo mucho que había avanzado con un Smartphone, los muchos pasos que llevaba de ventaja y lo veloz que era mi día a día. Ahora veo las noticias en la noche para enterarme que pasó, busco como los adictos la forma de conectarme a Internet para ver revisar mi correo, mi Facebook, mi Twitter, etc.
Al 2011 la vida sin un Smartphone para mi es horrible, es aburrida y es absurda, y OJO se que haces 4 años no era así, pero sucumbí y ya es demasiado tarde para retroceder, podría escribir un libro llamado El Monje que Dejo su Blackberry, porque me siento en un retiro budista en busca de la iluminación. Estoy por creer que Lindsay Lohan se quedo sin Blackberry, que Amy Winehouse se le acabaron los megas de navegación, que Britney dejo su teléfono en reparación y le dieron un Huawei T158 y que Michael Jackson no tenia Smartphone.
Estoy acostumbrándome, aun me quedan días hábiles, estoy tratando de sacar un aprendizaje o una lección, estoy buscándole el lado positivo, pero que se quede en GSM quien no se sienta nulo cuando no tiene pin, cuando deja el celular en la casa o cuando volverás a estar conectado con el mundo en 10 hábiles.
Hace días mi celular sufrió lo que yo llamo un ACV, dejo de funcionar su sistema y tuve que dejarlo en reparación, como todo en este país, las cosas tardaran entre 10 a 15 hábiles, 10 días hábiles sin mi teléfono; a cambio de eso Movistar me presta un celular “mientras tanto “como dicen. Si fuese un cliente postpago me habrían dado otro celular, pero siendo parte del 80% de los usuarios de forman los usuarios prepago no tengo derecho a sino a un Huawei T158, pagando el mismo como si tuviera Blackberry.
Por un lado me sentí burlado, porque no podía creer la mala idea que fue dejar el celular en reparación, y por otro me sentí deprimido porque había dejado durante 10 días hábiles toda la inmediatez, el acceso y la facilidad que tiene tener un Smartphone. No podía creer que en un mundo que se mueve con internet móvil las empresas todavía tengan celulares básicos en su stock.
Así como cuando terminas con tu pareja y todo el mundo te pregunta por esa persona o te recuerdan a esa persona, de la misma forma me sentí sin mi blackberry, era como un despecho tecnológico, me sentía solo, porque mi teléfono era mi escape cuando no tenía nada que hace, cuando en un encuentro social no tenia con quien hablar o quería evadir una conversación y laboralmente resolvía cosas con el. Quise ir al cine y cuando quise consultar la cartelera… Zas! No tenia cómo.
Pase de tener 45 conversaciones abiertas a tener un SMS de Atención al Cliente de Movistar, pase tener 207 contactos a 50 personas en mi agenda, de estar actualizado a cada minuto a enterarme 24 horas después que ya el mundo olvidó la noticia.
Estoy plenamente consciente que soy exagerado, que el mundo no se va acabar porque no tengo Blackberry, que al menos tengo un teléfono con el puedo llamar aunque el mundo de hoy solo escriba mensajes, pero creo que no sabía lo mucho que había avanzado con un Smartphone, los muchos pasos que llevaba de ventaja y lo veloz que era mi día a día. Ahora veo las noticias en la noche para enterarme que pasó, busco como los adictos la forma de conectarme a Internet para ver revisar mi correo, mi Facebook, mi Twitter, etc.
Al 2011 la vida sin un Smartphone para mi es horrible, es aburrida y es absurda, y OJO se que haces 4 años no era así, pero sucumbí y ya es demasiado tarde para retroceder, podría escribir un libro llamado El Monje que Dejo su Blackberry, porque me siento en un retiro budista en busca de la iluminación. Estoy por creer que Lindsay Lohan se quedo sin Blackberry, que Amy Winehouse se le acabaron los megas de navegación, que Britney dejo su teléfono en reparación y le dieron un Huawei T158 y que Michael Jackson no tenia Smartphone.
Estoy acostumbrándome, aun me quedan días hábiles, estoy tratando de sacar un aprendizaje o una lección, estoy buscándole el lado positivo, pero que se quede en GSM quien no se sienta nulo cuando no tiene pin, cuando deja el celular en la casa o cuando volverás a estar conectado con el mundo en 10 hábiles.
lunes, 8 de agosto de 2011
Prejuicio y Orgullo
Hace días vivimos un momento único (en realidad varios momentos únicos) nunca antes vistos en este país, momento que conmueven al mas indiferente venezolano. En principio, teníamos un equipo de futbol suficientemente bueno y preparado para enfrentarse con grandes equipos como Brasil, Argentina, Chile, etc.; por otro lado, un país que entendió que lo que hace ganar un equipo es saber que tiene un país que cree en él, y finalmente la unión de un país que tiene 13 años peleándose la silla de Miraflores, y quizás también un fenómeno de convocatoria que solo se ve cada 4 años en un mundial de futbol, todos en la calle viviendo la Copa América.
Yo confieso que no me gusta el futbol, no lo entiendo, no le veo ciencia ni sentido, estoy consciente que soy un loco y una minoría, confieso también que me gustaría que me gustara para sentir de corazón cuando alguien mete un gol y gritar como se merece un gol. Independientemente de, me sentía orgulloso de ver a una Vinotinto que desde el puesto más lejano se veía profesional, preparada, con estrategia y con resistencia; quería y sentía que podían ganar.
Mientras se llevaba a cabo la Copa América veía como se paralizaba todo cuando Venezuela jugaba, era como un feriado de 90 minutos; anunciantes tratando de pautar en el evento, marcas felicitando y apoyando a la Vinotinto, reuniones canceladas por juego de Vinotinto, entre muchas cosas. Desde Google Map se veía una gran mancha vinotinto y de lejos se oía la bulla de los fanáticos fieles y los nuevos reclutados que capto la Vinotinto.
Paralelamente me preguntaba por qué esto no sucedió antes, por qué si somos uno de los países más felices del mundo no somos capaces de apoyar a quienes nos representan afuera, por qué nos cuesta creer en los que, literalmente, se juegan la vida y dejan el alma para dejarnos bien parados. Me respondía que sencillamente era porque nos sabemos apreciar el talento, solo apreciamos al que gana y al que trae premios, pero no apreciamos el proceso que lleva llegar allá; vivimos del orgullo y no del apoyo.
Es muy fácil decir que la Vinotinto es mala cuando ni siquiera jugamos futbol, es muy sencillo decir que ese nadador es lento cuando no nos metemos en lo hondo de la playa, que fácil es insultar a esa miss que respondió mal cuando ninguno de nosotros se ha parado frente a un escenario en nombre de un país. Nos resulta más fácil menospreciar el talento que apoyarlo y estimularlo.
Por no apreciar el talento es que nuestros grandes orgullos se han ido, por eso quien ayudó a sacar a los mineros de Chile fue un venezolano, por eso Ángel Sánchez de Trujillo es un gran diseñador en NY, Carolina Herrera es una institución en la moda, Patricia Velásquez salió de la Goajira y es una top model afuera, Catherine Fullop es una diva en Argentina, Edgar Ramírez se convierte una celebridad, por eso todo el mundo emigra buscando un lugar donde la gente se impresione de nuestro talento.
No sabemos apoyar, no somos capaces de llevar al niño a natación porque nos da fastidio, ni llevamos a la niña al ballet porque no se consigue el tutu, la cinta negra de Carlitos queda para una repisa, los dibujos de Gabriela son garabatos, la habilidad de Daniel para rapear queda atrapada en 7 vagones del metro cuando pudiese llenar el poliedro.
Todo el mundo estudia para irse a demostrar lo que sabe afuera, nadie piensa en lograr sus sueños aquí, porque sencillamente no se aprecia el talento, ni el sacrificio de cultivar ese talento. Somos un país donde los diseñadores tienen que hacer bazares para mostrar su trabajo, donde los corredores viven de maratón en maratón para no perder la práctica, donde los cirqueros viven de rayado en rayado, donde los primeros actores dan cursos actuación para medio sobrevivir, somos un país que ve películas importadas porque le da fastidio una producción de aquí.
Tenemos la mala maña de decir que algo malo sin haberlo visto, probado o conocido, somos un país que hacer perder el tiempo y lo vuelve un desperdicio. Lo peor de todo es que se sigue yendo gente, que cada día nace un niño y se va otro profesional, y peor aun con la certeza de que le irá mejor. Así como la Vinotinto, todos los días un venezolano se siente desmotivado porque no se le reconoce su talento, tiene que traer un premio sino no es nadie.
Yo tengo talento para dibujar, para bailar, incluso para escribir, he mandado miles de artículos para publicarlos en revistas, he hecho miles de dibujos y diseños de ropa, pero sigo siendo anónimo para todo el mundo, seré importante cuando me vaya, monte un negocio fuera, me haga famoso, importe mercancía para acá, la venda bien cara y luego salga en mi biografía que soy Venezolano.
Miren a su alrededor, hay mucha gente talentosa, mucha gente con ganas de hacer cosas distintas, cosas grandes, hay un contingente de nadadores, futbolistas, beisbolistas, artistas, directores de cine, actores, empresarios, diseñadores, arquitectos, ingenieros y pare usted de contar, esperando para que su talento sea reconocido, aplaudido o por lo menos apoyado. Hay muchos sueños rotos montados en un barrio, mucho prejuicio en las aceras y en el metro, mucha desconfianza levantándose a las 6am para trabajar y mucha conformidad montada en moto, mucha comodidad vendiendo en Sabana Grande, pero sobre todo mucha mediocridad en la cabeza de la gente.
Cuando vea a alguien con talento, apóyelo, motívelo y sobre todo crea en esa persona, porque mañana será quien nos haga sentir orgulloso de ser Venezolano.
Yo confieso que no me gusta el futbol, no lo entiendo, no le veo ciencia ni sentido, estoy consciente que soy un loco y una minoría, confieso también que me gustaría que me gustara para sentir de corazón cuando alguien mete un gol y gritar como se merece un gol. Independientemente de, me sentía orgulloso de ver a una Vinotinto que desde el puesto más lejano se veía profesional, preparada, con estrategia y con resistencia; quería y sentía que podían ganar.
Mientras se llevaba a cabo la Copa América veía como se paralizaba todo cuando Venezuela jugaba, era como un feriado de 90 minutos; anunciantes tratando de pautar en el evento, marcas felicitando y apoyando a la Vinotinto, reuniones canceladas por juego de Vinotinto, entre muchas cosas. Desde Google Map se veía una gran mancha vinotinto y de lejos se oía la bulla de los fanáticos fieles y los nuevos reclutados que capto la Vinotinto.
Paralelamente me preguntaba por qué esto no sucedió antes, por qué si somos uno de los países más felices del mundo no somos capaces de apoyar a quienes nos representan afuera, por qué nos cuesta creer en los que, literalmente, se juegan la vida y dejan el alma para dejarnos bien parados. Me respondía que sencillamente era porque nos sabemos apreciar el talento, solo apreciamos al que gana y al que trae premios, pero no apreciamos el proceso que lleva llegar allá; vivimos del orgullo y no del apoyo.
Es muy fácil decir que la Vinotinto es mala cuando ni siquiera jugamos futbol, es muy sencillo decir que ese nadador es lento cuando no nos metemos en lo hondo de la playa, que fácil es insultar a esa miss que respondió mal cuando ninguno de nosotros se ha parado frente a un escenario en nombre de un país. Nos resulta más fácil menospreciar el talento que apoyarlo y estimularlo.
Por no apreciar el talento es que nuestros grandes orgullos se han ido, por eso quien ayudó a sacar a los mineros de Chile fue un venezolano, por eso Ángel Sánchez de Trujillo es un gran diseñador en NY, Carolina Herrera es una institución en la moda, Patricia Velásquez salió de la Goajira y es una top model afuera, Catherine Fullop es una diva en Argentina, Edgar Ramírez se convierte una celebridad, por eso todo el mundo emigra buscando un lugar donde la gente se impresione de nuestro talento.
No sabemos apoyar, no somos capaces de llevar al niño a natación porque nos da fastidio, ni llevamos a la niña al ballet porque no se consigue el tutu, la cinta negra de Carlitos queda para una repisa, los dibujos de Gabriela son garabatos, la habilidad de Daniel para rapear queda atrapada en 7 vagones del metro cuando pudiese llenar el poliedro.
Todo el mundo estudia para irse a demostrar lo que sabe afuera, nadie piensa en lograr sus sueños aquí, porque sencillamente no se aprecia el talento, ni el sacrificio de cultivar ese talento. Somos un país donde los diseñadores tienen que hacer bazares para mostrar su trabajo, donde los corredores viven de maratón en maratón para no perder la práctica, donde los cirqueros viven de rayado en rayado, donde los primeros actores dan cursos actuación para medio sobrevivir, somos un país que ve películas importadas porque le da fastidio una producción de aquí.
Tenemos la mala maña de decir que algo malo sin haberlo visto, probado o conocido, somos un país que hacer perder el tiempo y lo vuelve un desperdicio. Lo peor de todo es que se sigue yendo gente, que cada día nace un niño y se va otro profesional, y peor aun con la certeza de que le irá mejor. Así como la Vinotinto, todos los días un venezolano se siente desmotivado porque no se le reconoce su talento, tiene que traer un premio sino no es nadie.
Yo tengo talento para dibujar, para bailar, incluso para escribir, he mandado miles de artículos para publicarlos en revistas, he hecho miles de dibujos y diseños de ropa, pero sigo siendo anónimo para todo el mundo, seré importante cuando me vaya, monte un negocio fuera, me haga famoso, importe mercancía para acá, la venda bien cara y luego salga en mi biografía que soy Venezolano.
Miren a su alrededor, hay mucha gente talentosa, mucha gente con ganas de hacer cosas distintas, cosas grandes, hay un contingente de nadadores, futbolistas, beisbolistas, artistas, directores de cine, actores, empresarios, diseñadores, arquitectos, ingenieros y pare usted de contar, esperando para que su talento sea reconocido, aplaudido o por lo menos apoyado. Hay muchos sueños rotos montados en un barrio, mucho prejuicio en las aceras y en el metro, mucha desconfianza levantándose a las 6am para trabajar y mucha conformidad montada en moto, mucha comodidad vendiendo en Sabana Grande, pero sobre todo mucha mediocridad en la cabeza de la gente.
Cuando vea a alguien con talento, apóyelo, motívelo y sobre todo crea en esa persona, porque mañana será quien nos haga sentir orgulloso de ser Venezolano.
martes, 2 de agosto de 2011
El Mundo es Vender
El mundo es vender, en cualquier profesión que nos desarrollemos hay una venta de por medio, unos venden servicios, otros productos, otros maquinarias y otros como nosotros vendemos ideas, conceptos, sueños, estrategias. Vender de por si no es sencillo, es vivir en una constante guerra con el comprador para persuadirlo de preferir un producto, es pensar a cada rato cual será la próxima táctica para asegurar la fidelidad, sin embargo vender productos tiene un efecto más inmediato que vender servicios y evidentemente mucho más rápido que vender ideas.
En cualquiera de los tipos de ventas que se hagan hay todo un aparataje detrás que asegura el éxito de las mismas, mas allá de las fulanas cuatros Pes hay una serie de aspectos a tomar en cuenta al momento de vender, desde como saludar, el color de la corbata y el lenguaje corporal, hasta el discurso, los argumentos y cierre con broche de oro.
La prostituta más barata que no ha ido a Escuelas de Negocios sabe que ese corsé no le ayudará en sus ingresos y que el maquillaje sencillo no llama la atención, que si no se contonea no captará clientes, ella sabe que cada día tiene que cambiar, renovarse y actualizarse para asegurar su permanencia. Lo mismo haría un empresario formado en Hardvard, sustituyendo el corsé por unas buenas oficinas, el maquillaje por un personal bien vestido, el contoneo por productos innovadores y asegura su permanencia con estrategias y servicios nuevos.
Para quienes trabajamos en publicidad vender es más de lo que conocemos, implica ser un anaquel andante de ideas y conceptos creativos que debe estar ordenado y abastecido constantemente, listos para cualquier necesidad. Vender nos lleva meternos en la piel de marcas que posiblemente no nos gusten y ser fieles consumidores; a creernos que algunos productos son buenos y transmitirlo al cliente, es tener el poder de llevar a una empresa al éxito o al fracaso.
Vender en publicidad es vivir contrarreloj, es una carrera contra el tiempo, es tener un plan estratégico en 4 días y una campaña desarrollada en un mes, es sonreír ante un rotundo no a esa idea grandiosa, es ofrecer la tarjeta de presentación a cualquiera que se perfile como un futuro cliente.
En la vida, somos vendedores de nosotros mismos, aplicamos las mismas técnicas que aplicaría cualquier corporación para las ventas, estamos constantemente en oferta en lo sentimental, laboral y personal, de allí la frase “Lo que no se exhibe no se vende”, y si no salimos a la calle, somos un producto en el depósito. Nuestra imagen, nuestro lenguaje, nuestra dicción y nuestras acciones son las que nos hacen buenos o malos productos, de buena o de mala calidad, en rebajas o a precio de lanzamiento, así que la próxima vez que salgamos a la calle, salgamos a hacer la mejor venta, la nuestra.
En cualquiera de los tipos de ventas que se hagan hay todo un aparataje detrás que asegura el éxito de las mismas, mas allá de las fulanas cuatros Pes hay una serie de aspectos a tomar en cuenta al momento de vender, desde como saludar, el color de la corbata y el lenguaje corporal, hasta el discurso, los argumentos y cierre con broche de oro.
La prostituta más barata que no ha ido a Escuelas de Negocios sabe que ese corsé no le ayudará en sus ingresos y que el maquillaje sencillo no llama la atención, que si no se contonea no captará clientes, ella sabe que cada día tiene que cambiar, renovarse y actualizarse para asegurar su permanencia. Lo mismo haría un empresario formado en Hardvard, sustituyendo el corsé por unas buenas oficinas, el maquillaje por un personal bien vestido, el contoneo por productos innovadores y asegura su permanencia con estrategias y servicios nuevos.
Para quienes trabajamos en publicidad vender es más de lo que conocemos, implica ser un anaquel andante de ideas y conceptos creativos que debe estar ordenado y abastecido constantemente, listos para cualquier necesidad. Vender nos lleva meternos en la piel de marcas que posiblemente no nos gusten y ser fieles consumidores; a creernos que algunos productos son buenos y transmitirlo al cliente, es tener el poder de llevar a una empresa al éxito o al fracaso.
Vender en publicidad es vivir contrarreloj, es una carrera contra el tiempo, es tener un plan estratégico en 4 días y una campaña desarrollada en un mes, es sonreír ante un rotundo no a esa idea grandiosa, es ofrecer la tarjeta de presentación a cualquiera que se perfile como un futuro cliente.
En la vida, somos vendedores de nosotros mismos, aplicamos las mismas técnicas que aplicaría cualquier corporación para las ventas, estamos constantemente en oferta en lo sentimental, laboral y personal, de allí la frase “Lo que no se exhibe no se vende”, y si no salimos a la calle, somos un producto en el depósito. Nuestra imagen, nuestro lenguaje, nuestra dicción y nuestras acciones son las que nos hacen buenos o malos productos, de buena o de mala calidad, en rebajas o a precio de lanzamiento, así que la próxima vez que salgamos a la calle, salgamos a hacer la mejor venta, la nuestra.
Cómo Saberlo
Cuando uno elige estudiar publicidad normalmente lo hace con el sueño de ser Creativo, de inventar campañas, inventar un comercial, un concepto, una idea, sin embargo la vida te va llevando por otros caminos con la firma convicción que algún día ese sueño de ser Creativo se hará realidad. No obstante, siendo objetivo siempre me he preguntado y me sigo preguntando cómo hago para demostrar que soy creativo, cómo demuestro que soy un creativo en potencia, que tengo “talento” y que sobre todo mis ideas son buenas y son las mejores.
Mirando más alto, me pregunto cómo llega uno a ser VP Creativo, cómo logras convencer a una empresa que tus ideas son las mejores, las más brillantes y las más valiosas, cómo una empresa con mas 70 años y más de 10 clientes pone en tus manos su futuro, con la misma confianza y ojos cerrados que lo hace con un administrador certificado.
Creo que ser creativo tiene una carga de responsabilidad muy grande, una idea puede ser la muerte de una marca o disparar al cielo otra, incluso en los niveles más bajos de la Burguesía Creativa, hay una gran carga de responsabilidad en ser Creativo, el diseñador con su creatividad también tiene una gran responsabilidad, aun cuando su arte sea aprobado por otro. El redactor creativo tiene un gran peso encima, cada letra vale, cada palabra pesa y cada frase debe tener la mejor relación precio-valor.
Mas complicado que ser creativo, es ser buen creativo, que es como ser creativo pero el doble, porque cada producto debe ser bueno, hasta la más mala idea debe ser buena, brillante, única y sobretodo aplicable. Pensado en eso, me preguntaba qué hace a un buen creativo y a uno malo, cómo sabemos cuándo se es mal creativo, en teoría si la idea es aprobada es buena, porque quien tenía que gustarle, le gustó, por qué otros creativos lo catalogarían de Mal Creativo. En caso contrario, los buenos creativos son tan buenos y sus ideas son tan buenas que el cliente no las aprueba, y las rebota, pero sigue siendo considerado un buen creativo, aun cuando sus 5 buenas ideas no fueron aprobadas.
Qué hace buena una idea? La que le gusta a la mayoría? La que entiende la mayoría? La que quema por dentro a la mayoría? Y las ideas buenas que la mayoría nunca supo, que murieron en la mente de alguien que pudo ser brillante, que pudo ser creativo, el mejor quizás. Y las buenas ideas que con el tiempo se volvieron malas? Y las ideas robadas? Dónde quedan las malas que resultaron buenas? Y las ideas que nos dió alguien que nunca ha sido creativo?.
Eres inocente hasta que se demuestre lo contrario, una idea es igual, es como una mentira dichas muchas veces hasta que se convierte en verdad, es un espejismo, porque es depende del ojo con que se mire. Corremos con la suerte que a mucha gente le termina gustando, pero otras veces no.
El mundo está sobrepoblado de ideas, parecieran que no caben más, que todo está inventado, que no falta más, pero ideas sobran e ideas quedan, hay millones de creativos allá afuera y yo no podré saber si soy buen creativo, si podre demostrarlo, si podré sacarle provecho, si podré vivir de eso; mucha gente dice que tengo la pinta, incluso que tengo la actitud… pero todo será un misterio hasta se me ocurra una buena idea.
Mirando más alto, me pregunto cómo llega uno a ser VP Creativo, cómo logras convencer a una empresa que tus ideas son las mejores, las más brillantes y las más valiosas, cómo una empresa con mas 70 años y más de 10 clientes pone en tus manos su futuro, con la misma confianza y ojos cerrados que lo hace con un administrador certificado.
Creo que ser creativo tiene una carga de responsabilidad muy grande, una idea puede ser la muerte de una marca o disparar al cielo otra, incluso en los niveles más bajos de la Burguesía Creativa, hay una gran carga de responsabilidad en ser Creativo, el diseñador con su creatividad también tiene una gran responsabilidad, aun cuando su arte sea aprobado por otro. El redactor creativo tiene un gran peso encima, cada letra vale, cada palabra pesa y cada frase debe tener la mejor relación precio-valor.
Mas complicado que ser creativo, es ser buen creativo, que es como ser creativo pero el doble, porque cada producto debe ser bueno, hasta la más mala idea debe ser buena, brillante, única y sobretodo aplicable. Pensado en eso, me preguntaba qué hace a un buen creativo y a uno malo, cómo sabemos cuándo se es mal creativo, en teoría si la idea es aprobada es buena, porque quien tenía que gustarle, le gustó, por qué otros creativos lo catalogarían de Mal Creativo. En caso contrario, los buenos creativos son tan buenos y sus ideas son tan buenas que el cliente no las aprueba, y las rebota, pero sigue siendo considerado un buen creativo, aun cuando sus 5 buenas ideas no fueron aprobadas.
Qué hace buena una idea? La que le gusta a la mayoría? La que entiende la mayoría? La que quema por dentro a la mayoría? Y las ideas buenas que la mayoría nunca supo, que murieron en la mente de alguien que pudo ser brillante, que pudo ser creativo, el mejor quizás. Y las buenas ideas que con el tiempo se volvieron malas? Y las ideas robadas? Dónde quedan las malas que resultaron buenas? Y las ideas que nos dió alguien que nunca ha sido creativo?.
Eres inocente hasta que se demuestre lo contrario, una idea es igual, es como una mentira dichas muchas veces hasta que se convierte en verdad, es un espejismo, porque es depende del ojo con que se mire. Corremos con la suerte que a mucha gente le termina gustando, pero otras veces no.
El mundo está sobrepoblado de ideas, parecieran que no caben más, que todo está inventado, que no falta más, pero ideas sobran e ideas quedan, hay millones de creativos allá afuera y yo no podré saber si soy buen creativo, si podre demostrarlo, si podré sacarle provecho, si podré vivir de eso; mucha gente dice que tengo la pinta, incluso que tengo la actitud… pero todo será un misterio hasta se me ocurra una buena idea.
Filtros
Una vez fui a una disco con unos amigos y esa noche había alguien peleando con el portero porque no dejaba pasar a sus amigos, inmediatamente me identifique con su causa, porque tenía algo de justa, pero al mismo tiempo entendía que el mundo está hecho de filtros, embudos, coladores. Es la única forma de que el mundo tenga cierto control.
En la variedad está el gusto y por eso todos somos distintos y especiales, pero es inevitable buscar siempre un punto en común con el resto, de ahí nacen la tribus urbanas y las rurales también, el hombre necesita un punto en común con alguien, algo que le diga que no está sólo, que no es el único.
Cuando me refiero a filtros me refiero a criterios, esos criterios que nos hacen vernos atraídos por determinadas personas, que nos hacen juzgar a los feos, a los ostentosos, los sencillos, los extravagantes, los clásicos, entre otros. Cada uno de nosotros somos producto de un filtro que millones de espermatozoides, no podía venir todos!.
La vida está llena de filtros, filtramos lo que escuchamos, lo que comemos, lo que tomamos, lo que vestimos. No puedes tenerlo todo, ni tener acceso a todo, porque sino pierde sentido el poder más grande que tenemos: El Libre Albedrio, elegir es la mejor forma de vivir la vida, es el mejor método para valorar lo que tenemos, y cuanto hemos perdido.
El cuerpo humano es un gran filtro, filtramos sensaciones y catalogamos las que nos gustan y las que no, filtramos pensamientos y sólo sale una cuarta parte de lo pensamos, filtramos sentimientos y expresamos lo necesario para el momento y en su dosis justa.
Filtrar es parte de nuestro día a día, lo hacemos naturalmente y sin pensarlo, así que para el que siguen creyendo que todos somos iguales y que creen en el comunismo y la equidad, le invito a sincerarse con el mundo y asumir que hasta para tomar agua potable, necesitamos un filtro.
En la variedad está el gusto y por eso todos somos distintos y especiales, pero es inevitable buscar siempre un punto en común con el resto, de ahí nacen la tribus urbanas y las rurales también, el hombre necesita un punto en común con alguien, algo que le diga que no está sólo, que no es el único.
Cuando me refiero a filtros me refiero a criterios, esos criterios que nos hacen vernos atraídos por determinadas personas, que nos hacen juzgar a los feos, a los ostentosos, los sencillos, los extravagantes, los clásicos, entre otros. Cada uno de nosotros somos producto de un filtro que millones de espermatozoides, no podía venir todos!.
La vida está llena de filtros, filtramos lo que escuchamos, lo que comemos, lo que tomamos, lo que vestimos. No puedes tenerlo todo, ni tener acceso a todo, porque sino pierde sentido el poder más grande que tenemos: El Libre Albedrio, elegir es la mejor forma de vivir la vida, es el mejor método para valorar lo que tenemos, y cuanto hemos perdido.
El cuerpo humano es un gran filtro, filtramos sensaciones y catalogamos las que nos gustan y las que no, filtramos pensamientos y sólo sale una cuarta parte de lo pensamos, filtramos sentimientos y expresamos lo necesario para el momento y en su dosis justa.
Filtrar es parte de nuestro día a día, lo hacemos naturalmente y sin pensarlo, así que para el que siguen creyendo que todos somos iguales y que creen en el comunismo y la equidad, le invito a sincerarse con el mundo y asumir que hasta para tomar agua potable, necesitamos un filtro.
I watching you...
Todos tenemos algo que nos apasiona, algo que nos hace sentirnos cómodos y seguros, aficiones que se convierten en hobbies, y hobbies que se vuelven estilos de vida, desde jugar caballos, pasando por el beisbol, la medicina, el rap, el dibujo, el baile, entre otros. Para mí, la moda es mi estilo de vida.
Entendamos que moda no es los maniquíes gordos del Centro de Caracas, ni los maniquíes del Cementerio; es vestirse, es decir algo con cada prenda, es usar un anillo con un fin o pintarte el cabello de azul porque estamos diciendo algo con eso. Siempre he dicho que no es lo mismo vestirse que cubrirse, en la época de las cavernas la gente se cubría, pero Jesús se vestía, tenía un estilo.
Me molesta la gente que 2011 años después piense como en las cavernas y se cubra, se pone lo primero que encuentra con el fin de cubrirse, sin criterio alguno, sin ningún mensaje, sin nada!.
Quiero aclarar que tampoco moda es usar marcas de diseñador, eso es un nivel de la moda, como comer perros calientes un día y luego ir al Piso 5 del Tolon, así que los activistas defensores de la gente niche por su pobreza no tienen nada que decir, no es dinero lo que discuto es sentido del vestir.
Con el tiempo he afinado un tacto particular para entender que queda bien, qué se hace y que no al momento de vestir, y he logrado en una comunidad muy pequeña de amigos y familiares posicionarme como un Fashion Police, en un servidor público encargado de mantener el orden y la seguridad en un mundo que no sabe todavía que una chaqueta no es un sweter, que un pantalón capri no es un pescador, que una manta no es un bufanda, que una cholas no son unas sandalias y que una correa no es un cinturón.
Mi misión se extiende a los aspectos más cotidianos de la vida, fijándome en tu pinta para ir a un rutinario trabajo, pasando por la decoración del cuarto hasta por el uso y abuso del anillo de graduación. Trato de asesorar a quienes todavía creen no tener sentido del buen vestir y que necesitan un empujón y una guía.
Mi gusto por la moda abarca pensar día a día que quiero ponerme mañana, en elegir un tema: retro, vintage, moderno, desgarbado, casual, clásico, hippie, entre otros; en maquinar cada detalle y tener una explicación para una camisa azul con un pantalón beige y unos zapatos ocre. Es mi pasión, y la siento y la vivo como cualquier médico, cualquier artista, cualquier deportista y cualquiera que tenga pasión por algo.
Estoy de acuerdo que es banal, superficial y hasta imbécil, pero recuerde que detrás de cualquier presidente, de cualquier revolución, de cualquier cadena y de cualquier marcha hay un asesor de vestuario que elige la corbata, el traje, la camisa y hasta las yuntas de los líderes que dominan el mundo. Que cada color, tela, prenda, estilo y look tiene un mensaje oculto, lo que llaman lenguaje corporal.
Así que si le gustan esos tacones negros, cómprelos pero úselos con el debido respeto que ameritan, camine como merecen unos tacones negros, si le gusta el traje satinado pregúntese si es satinado que quiere verse, si le gusta esa cartera úsela como si fuese una pieza única. Lúzcase, alardee de su estilo, camine de acuerdo a la ropa, métase en personaje y mire a los lados porque seguramente estaré por allí para evaluar si tiene o no buen gusto.
Entendamos que moda no es los maniquíes gordos del Centro de Caracas, ni los maniquíes del Cementerio; es vestirse, es decir algo con cada prenda, es usar un anillo con un fin o pintarte el cabello de azul porque estamos diciendo algo con eso. Siempre he dicho que no es lo mismo vestirse que cubrirse, en la época de las cavernas la gente se cubría, pero Jesús se vestía, tenía un estilo.
Me molesta la gente que 2011 años después piense como en las cavernas y se cubra, se pone lo primero que encuentra con el fin de cubrirse, sin criterio alguno, sin ningún mensaje, sin nada!.
Quiero aclarar que tampoco moda es usar marcas de diseñador, eso es un nivel de la moda, como comer perros calientes un día y luego ir al Piso 5 del Tolon, así que los activistas defensores de la gente niche por su pobreza no tienen nada que decir, no es dinero lo que discuto es sentido del vestir.
Con el tiempo he afinado un tacto particular para entender que queda bien, qué se hace y que no al momento de vestir, y he logrado en una comunidad muy pequeña de amigos y familiares posicionarme como un Fashion Police, en un servidor público encargado de mantener el orden y la seguridad en un mundo que no sabe todavía que una chaqueta no es un sweter, que un pantalón capri no es un pescador, que una manta no es un bufanda, que una cholas no son unas sandalias y que una correa no es un cinturón.
Mi misión se extiende a los aspectos más cotidianos de la vida, fijándome en tu pinta para ir a un rutinario trabajo, pasando por la decoración del cuarto hasta por el uso y abuso del anillo de graduación. Trato de asesorar a quienes todavía creen no tener sentido del buen vestir y que necesitan un empujón y una guía.
Mi gusto por la moda abarca pensar día a día que quiero ponerme mañana, en elegir un tema: retro, vintage, moderno, desgarbado, casual, clásico, hippie, entre otros; en maquinar cada detalle y tener una explicación para una camisa azul con un pantalón beige y unos zapatos ocre. Es mi pasión, y la siento y la vivo como cualquier médico, cualquier artista, cualquier deportista y cualquiera que tenga pasión por algo.
Estoy de acuerdo que es banal, superficial y hasta imbécil, pero recuerde que detrás de cualquier presidente, de cualquier revolución, de cualquier cadena y de cualquier marcha hay un asesor de vestuario que elige la corbata, el traje, la camisa y hasta las yuntas de los líderes que dominan el mundo. Que cada color, tela, prenda, estilo y look tiene un mensaje oculto, lo que llaman lenguaje corporal.
Así que si le gustan esos tacones negros, cómprelos pero úselos con el debido respeto que ameritan, camine como merecen unos tacones negros, si le gusta el traje satinado pregúntese si es satinado que quiere verse, si le gusta esa cartera úsela como si fuese una pieza única. Lúzcase, alardee de su estilo, camine de acuerdo a la ropa, métase en personaje y mire a los lados porque seguramente estaré por allí para evaluar si tiene o no buen gusto.
viernes, 17 de junio de 2011
Locamente Inspirado
Dicen que Dumbo siempre pudo volar solo que necesitaba una pluma, que para ir al País de Nunca Jamás solo hace falta confianza y polvo de hadas, que Alicia debía ir conocer el País de las Maravillas solo que necesitaba un conejo o lo que el mundo “normal” y “correcto” ha denominado un poco de locura. Yo ciertamente creo que el más loco es el más cuerdo, y en consecuencia el que tiene las ideas más brillantes del mundo y sino que regresen la bandera plantada en la Luna.
Los grandes logros vienen acompañados de un gran sueño, y ese gran sueño viene con el estigma que una locura, y esa locura es la consecuencia de un sublime, único, irrepetible, fugaz y físicamente comprobado segundo de inspiración. Es por eso que creo que la inspiración requiere de un poco de locura, cuidado sino mucha, porque las ideas más locas y descabelladas son las han hecho el mundo que tenemos, solo a un loco se le ocurre hacer el barco más grande del mundo inspirado por la grandeza de sus ambiciones, solo a un loco se le ocurre pasar la vida pintando a un mujer y morir sin haberla terminado inspirado en la perfección, quién más que un loco dedica su vida a comprobar que venimos de un mono inspirado en dar la contraria a Dios y solo un loco creía que podía conectar al mundo entero en segundos solo con una computadora.
Dios también es un loco, solo alguien fuera de sí crea algo tan complicado y perfecto como el mundo en 7 días y se lo deja al cuidado de un ser hecho de polvo y de una especie sacada de la costilla de éste, y no conforme sigue creyendo en la humanidad después que la destruyes en un diluvio. Hay que estar loco para hacer cosas increíbles y sobretodo tener fe en lo que uno hace.
La fe tiene una dosis de locura, por fe nos hemos inspirado y se han creado miles de rituales y doctrinas que determinan el curso de nuestras ideas, por fe un hombre a sus 33 años fue crucificado ante nuestros ojos, y definitivamente hay que tener una gran idea en mente para seguir teniendo Fe en el mundo y no destruirlo de una vez como está haciendo Dios con nosotros.
El estrés genera locura, es por ello que nuestras grandes ideas surgen en momentos de estrés, y no hay momento más estresante que tener ganas de ir al baño, por ello Albert Einstein afirmaba que sus grandes inventos surgen cuando está en el baño. Como cuando estamos apurados por llegar temprano al trabajo y nos bañamos cantando inspirados esa canción pavosa que sólo la ducha sabe que cantamos o cuando necesitamos dinero nos inventamos algo que nos saque las patas del barro, y hay más de uno que se saco más que la patas del barro.
La locura es la oveja negra de nuestras cualidades, es la más espontanea y extrovertida de nuestras características, es un don y no una enfermedad, es la que nos da ese talento especial, es el fosforo que enciende la bomba de nuestras ideas, es un requisito para vivir plenamente, es un sencillamente la mamá de eso que creemos cuesta tanto conseguir, La Inspiración.
Hay que seguir al conejo con traje, agarrar una pluma y volar o correr sin ninguna razón pero estando conscientes que lo que estamos haciendo es una locura pero con la firme convicción de que es lo correcto, de esa forma contagiaremos al resto y habremos inspirado a quien menos lo pensamos.
Los grandes logros vienen acompañados de un gran sueño, y ese gran sueño viene con el estigma que una locura, y esa locura es la consecuencia de un sublime, único, irrepetible, fugaz y físicamente comprobado segundo de inspiración. Es por eso que creo que la inspiración requiere de un poco de locura, cuidado sino mucha, porque las ideas más locas y descabelladas son las han hecho el mundo que tenemos, solo a un loco se le ocurre hacer el barco más grande del mundo inspirado por la grandeza de sus ambiciones, solo a un loco se le ocurre pasar la vida pintando a un mujer y morir sin haberla terminado inspirado en la perfección, quién más que un loco dedica su vida a comprobar que venimos de un mono inspirado en dar la contraria a Dios y solo un loco creía que podía conectar al mundo entero en segundos solo con una computadora.
Dios también es un loco, solo alguien fuera de sí crea algo tan complicado y perfecto como el mundo en 7 días y se lo deja al cuidado de un ser hecho de polvo y de una especie sacada de la costilla de éste, y no conforme sigue creyendo en la humanidad después que la destruyes en un diluvio. Hay que estar loco para hacer cosas increíbles y sobretodo tener fe en lo que uno hace.
La fe tiene una dosis de locura, por fe nos hemos inspirado y se han creado miles de rituales y doctrinas que determinan el curso de nuestras ideas, por fe un hombre a sus 33 años fue crucificado ante nuestros ojos, y definitivamente hay que tener una gran idea en mente para seguir teniendo Fe en el mundo y no destruirlo de una vez como está haciendo Dios con nosotros.
El estrés genera locura, es por ello que nuestras grandes ideas surgen en momentos de estrés, y no hay momento más estresante que tener ganas de ir al baño, por ello Albert Einstein afirmaba que sus grandes inventos surgen cuando está en el baño. Como cuando estamos apurados por llegar temprano al trabajo y nos bañamos cantando inspirados esa canción pavosa que sólo la ducha sabe que cantamos o cuando necesitamos dinero nos inventamos algo que nos saque las patas del barro, y hay más de uno que se saco más que la patas del barro.
La locura es la oveja negra de nuestras cualidades, es la más espontanea y extrovertida de nuestras características, es un don y no una enfermedad, es la que nos da ese talento especial, es el fosforo que enciende la bomba de nuestras ideas, es un requisito para vivir plenamente, es un sencillamente la mamá de eso que creemos cuesta tanto conseguir, La Inspiración.
Hay que seguir al conejo con traje, agarrar una pluma y volar o correr sin ninguna razón pero estando conscientes que lo que estamos haciendo es una locura pero con la firme convicción de que es lo correcto, de esa forma contagiaremos al resto y habremos inspirado a quien menos lo pensamos.
lunes, 23 de mayo de 2011
Ellos... Los Sin Nombre
Una cosa es conocer y otra reconocer, hay que gente conocemos y gente que reconocemos porque la hemos visto antes o constantemente, esa gente que no tiene nombre para nosotros más Señora del Café, La que limpia, La del piso 12, El de la Merú, entre otros.
Es la gente que reconocemos pero que al final conocemos porque vivimos su día a día, vemos cuando sale, cuando entra, cuando se va y cuando regresa, es la gente que nos acompaña en el silencio del ascensor con una sonrisa de Buenos Días. Esa gente que protocolarmente no conocemos pero que si nos sabemos su vida.
Son como amigos anónimos, gente que evidentemente no nos importa pero que sin embargo lamentamos cuando se muere y decimos: yo no lo conocí pero se que era buena persona.
Ellos igualmente nos conocen, y hablan de nosotros en la cena y nos dan el "Felisaño" en diciembre, niegan conocernos pero saben nuestra vida amorosa y el modelo del taxi que siempre me lleva a mi casa.
La rutina diariamente me ha llevado a reconocer y conocer el día a día de personas nulas que siempre me consigo en el metro a la misma hora en el mismo vagón, me consigo con la que trabaja en el edificio de al lado de mi trabajo, he logrado adivinar la profesión de algunos, quien se casó, quien tiene novio, a quien despidieron o renunció, quien se hizo la tetas y quien se engrapo el estómago.
Y no es ser chismoso y tener complejo de presidente de junta de condominio, es simplemente observar y mirar alrededor que hay gente que forma parte de nuestras vidas pero sin reconocimiento alguno, son amigos pendientes por aceptar, y quien sabe si hasta amores por conocer.
Echemos un vistazo a nuestro alrededor y se darán cuenta que hay gente que conocemos, que no sabemos su nombre ni cuando cumple años pero que definitivamente hemos visto antes y hemos visto siempre, e incluso hemos gastado tiempo en hablar de ellos.... Los sin nombre
domingo, 24 de abril de 2011
EX - CUALQUIER COSA
Entiendo que el pasado es pasado, que lo que importa es el presente y por supuesto el futuro; estoy de acuerdo que uno no debe mirar atrás porque puedes convertirte en una estatua de sal como cuenta la Biblia, pero no concuerdo con aquellas personas que pretenden ignorar el pasado y reconocer lo que paso, lo que fue, lo que sucedió, en fin.
Siempre escucho de gente que amó intensamente a alguien y luego que la relación termina ignora completamente que esta persona perteneció a su vida, como si eso eliminara los recuerdos que nos quedan de aquella experiencia.
Adicionalmente hay gente que mas allá de ignorar lo que pasó deciden no hablarle a la persona, como una estrategia para suprimir el dolor que causo esta persona, y ni hablar de las personas que odian a quien los lastimó. No digo con esto que uno deba ir como un idiota y saludar pero si creo que cerrar un ciclo no es borrar lo que paso en ese capítulo, al contrario lo que pasó es parte de lo que va pasar después.
Sucede con las mujeres divorciadas que después que le dicen el esposo Mi Pocho, Pollito, Gordo y todas esas cursilerías luego lo denominan como “El papá de la niñ@” como si ese hombre no tiene nombre, historia, etc. También está el extremo de la situación donde a quien en otrora era lo más maravilloso del mundo hoy en día es “El infeliz de Samuel”.
También está el tipo de personas que oculta con quien estuvo en el pasado, entonces con la nueva pareja no hablan de lo que pasó, ni lo que fue, luego coinciden en cualquier lugar y el nuevo dice: Quien es es@ que te saludó? Y tiende a responder por inercia: Ah? Quien? No un(a) pana…
La intención no es ser un libro abierto y echar el cuento que quien fuimos y porque somos como somos, pero si tener conciencia de lo que pasó y que lo que pasó fue igualmente mágico como lo que está pasando ahora y que saludar al pasado no tiene nada de malo mientras no signifique nada en el presente. El prefijo Ex viene acompañado de un guion (-) que conecta con el cargo que tenía esa persona en ese momento: ex - novio, ex – esposo, ex – jefe, ex – compañero, ex – amigo.
El pasado es un pedazo de nuestra vida, ignorarlo o borrarlo no hará ninguna diferencia sobre lo que pasó pero si puede hacer un gran cambio sobre lo que puede suceder, hacernos los locos con el pasado es reconocer que perdimos el tiempo y que nada quedó, ni siquiera una moraleja, es como haber perdido el viaje.
Hagamos como cuando manejamos, miremos unos segundos el retrovisor, para saber que hemos dejado atrás y estar bien atentos a lo que viene, no ignoremos el pasado y los personajes que lo integran, asumamos que hicimos el ridículo, que fuimos tontos, malos, malagradecidos, injustos, ingenuos, ciegos, desconfiados, etc., asumamos que sucedió y que sobre eso ya nada se puede hacer.
Hoy en día quien es mi pasado es uno de mis más fieles amigos, me hizo daño, el más horrible tal vez, pero fue tan importante que no podía dejarlo en el capitulo anterior, así que decidí escribir un nuevo capítulo y fue lo mejor.
El pasado es solo un prefijo, dos letras, un guion (-) y una historia contada.
Siempre escucho de gente que amó intensamente a alguien y luego que la relación termina ignora completamente que esta persona perteneció a su vida, como si eso eliminara los recuerdos que nos quedan de aquella experiencia.
Adicionalmente hay gente que mas allá de ignorar lo que pasó deciden no hablarle a la persona, como una estrategia para suprimir el dolor que causo esta persona, y ni hablar de las personas que odian a quien los lastimó. No digo con esto que uno deba ir como un idiota y saludar pero si creo que cerrar un ciclo no es borrar lo que paso en ese capítulo, al contrario lo que pasó es parte de lo que va pasar después.
Sucede con las mujeres divorciadas que después que le dicen el esposo Mi Pocho, Pollito, Gordo y todas esas cursilerías luego lo denominan como “El papá de la niñ@” como si ese hombre no tiene nombre, historia, etc. También está el extremo de la situación donde a quien en otrora era lo más maravilloso del mundo hoy en día es “El infeliz de Samuel”.
También está el tipo de personas que oculta con quien estuvo en el pasado, entonces con la nueva pareja no hablan de lo que pasó, ni lo que fue, luego coinciden en cualquier lugar y el nuevo dice: Quien es es@ que te saludó? Y tiende a responder por inercia: Ah? Quien? No un(a) pana…
La intención no es ser un libro abierto y echar el cuento que quien fuimos y porque somos como somos, pero si tener conciencia de lo que pasó y que lo que pasó fue igualmente mágico como lo que está pasando ahora y que saludar al pasado no tiene nada de malo mientras no signifique nada en el presente. El prefijo Ex viene acompañado de un guion (-) que conecta con el cargo que tenía esa persona en ese momento: ex - novio, ex – esposo, ex – jefe, ex – compañero, ex – amigo.
El pasado es un pedazo de nuestra vida, ignorarlo o borrarlo no hará ninguna diferencia sobre lo que pasó pero si puede hacer un gran cambio sobre lo que puede suceder, hacernos los locos con el pasado es reconocer que perdimos el tiempo y que nada quedó, ni siquiera una moraleja, es como haber perdido el viaje.
Hagamos como cuando manejamos, miremos unos segundos el retrovisor, para saber que hemos dejado atrás y estar bien atentos a lo que viene, no ignoremos el pasado y los personajes que lo integran, asumamos que hicimos el ridículo, que fuimos tontos, malos, malagradecidos, injustos, ingenuos, ciegos, desconfiados, etc., asumamos que sucedió y que sobre eso ya nada se puede hacer.
Hoy en día quien es mi pasado es uno de mis más fieles amigos, me hizo daño, el más horrible tal vez, pero fue tan importante que no podía dejarlo en el capitulo anterior, así que decidí escribir un nuevo capítulo y fue lo mejor.
El pasado es solo un prefijo, dos letras, un guion (-) y una historia contada.
jueves, 24 de febrero de 2011
Buzón de Quejas y Sugerencias
Si el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, este ser místico no debe estar muy bien de la cabeza, porque el hombre tiene cada cosa que nunca deja de impresionarme; si el hombre se exhibiera en un zoológico seria la mayor atracción, le robaría el show al rugido de león y al cuello alto de la jirafa, al plumaje del pavo real y las locuras de los monos, porque somos irremediablemente complicados, salvo algunas excepciones.
Basta con escuchar detenidamente a la gente y ver que efectivamente siempre sale un loco a la calle, gente que anda alterada, susceptible, gente menos escrupulosa que mata a sus padres e hijos, gente que hace huelgas de hambre en un país que ya de por si se muere de hambre, entre otras cosas. Pero particularmente he visto, me topado, he conocido y conozco gente con la habilidad increíble de quejarse, gente que se victimiza y se hace la pendeja ante sus propios problemas.
Quejarse es muy rico, no lo niego, sentarse y hablar pestes de algo es súper liberador y catarsis, adicionalmente es muy sencillo, no requiere talento pero si requiere actitud, quejarse tiene además el carácter institucional desde que se inventó la Atención al Cliente o Centros de Reclamos y Sugerencias; además quejarse está de moda desde hace 13 años de socialismo.
Si algo trato de evitar es un conflicto, no me gusta pelear y por eso peco de tonto y no me quejo de muchas cosas, quizás también porque siempre resuelvo lo que me molesta, pero si me dieran la oportunidad de quejarme aflorarían muchísimas cosas, y pasarían 5 moccacinos o 7 cervezas y todavía seguiría hablando, pero afortunadamente no se me ha dado el chance, porque dejaría libre a una versión de mí que me parece patética, cómoda y hasta descarada.
Adicionalmente creo que para quejarte debes tener una solida moral, porque sino manejaríamos un doble discurso, no podemos pregonar una cosa que no hacemos; nunca falta el que se queja del Metro pero se sigue montando, la señora que se queja de lo caro que el queso en Excelsior pero ni loca va un mercado popular, la típica chica que se queja del novio pero no termina con él porque lo “ama”, el muy de moda chico que se queja de Venezuela pero no sabe ni como comprar un pasaje para irse, el señor que se queja que el negocio nuevo no prospera pero ni una pancarta tiene, la mujer casada que se queja de los niños y los colegios caros pero anda buscando un campamento de verano en Canadá, el joven que no encuentra trabajo pero le parece fastidioso ir entrevistas y arreglarse y venderse como el mejor empleado… para que? Que fastidio.
Y siempre sale un imbécil que dice: todo el mundo se queja, no nada mas aquí - pero la diferencia es que en otros lados las quejas son las alarmas de las oportunidades, alguien algún dia se quejó de tener que salir de la casa y no estar conectado con sus amigos y tiempo después surgió el internet móvil; seguramente alguien se quejó de la subidera de escaleras y surgió un ascensor. Egipto se quejo brillantemente de su gobierno y el hombre se tuvo que ir, y nosotros que hemos hecho con las quejas? dónde las guardan? para qué nos quejamos sino tenemos la solución, cual es el fin de quejarnos en un país que no sabe resolver.
Un león se queja del encierro en una jaula pero no tiene la facultad de resolverlo, nosotros si, tenemos que quejarnos porque si, pero esa queja debe venir atada a una solución, si nos quejamos de la malas mañas del esposo debemos también tener la solución para mejorarlo, si nos quejamos de la falta de amor debemos pensar porque no ha llegado esa persona y salir a buscarla. Siempre he creído que las oportunidades no se pierden, las aprovecha otro, y quejarnos es dejarle el paso libre a ese otro.
El modelo de quejas que hemos aprendido durante años es aquel donde nos desahogamos y luego nos sentamos en la sala de espera a que nos llamen y nos den la solución, mientras conversamos con el de al lado y nos quejamos del mal servicio, lo mucho que se tardan, el horario a atención al público, entre otras cosas, pero jamás nos hemos acercado a buzón de sugerencias a aportar algo, solo lo usamos para botar el envoltorio de caramelos o el recibo que emite el cajero automático.
El mundo se debe estar quejando de nosotros por lo mal que manejamos el país, porque no aportamos nada, porque no desarrollamos nada, porque lo que hacemos es quejarnos del calor, del frio, de la lluvia, del nivel de sal de la playa, de la cola, del mercado, del Directv cuando hay lluvia, de la película pirata mal grabada, de los zapatos Adidas de imitación que se rompieron al mes, del embarazo precoz y las niñas brinconas, de los estudios que son muy exigentes, y así vamos.
Yo prefiero empezar a ver las cosas con mas optimismo, prefiero pensar que el metro esta full pero me lleva rápido a la oficina, que la cola es horrible pero tengo carro, que los disfraces están muy caros pero hay motivos para celebrar y disfrazarnos, que la navidad es un gentío pero comprando el mejor regalo posible, que las camionetas son horribles pero me dejan frente a la casa y además no tengo chofer, prefiero comenzar a ver las cosas con la óptica que merecen, y quejarme cuando lo amerita, pero solucionar cuando se requiere.
Dejen de quejarse, o me quejare de su poca disposición para resolver.
domingo, 6 de febrero de 2011
Por Altamira me hace el favor señor! ...
Siempre he sido admirador de Caracas, trato de conocerla, disfrutarla, vivir de ella, trato de ser un buen ciudadano, cruzar en el rayado, entre otras cosas; soy de los que cree que El Silencio es bellísimo, que la Av. Libertador es un atajo perfecto y que la Cota Mil no la supera nadie cuando llegar rápido se quiere, creo que La Candelaria huele a inmigrantes españoles, que el centro es una pesadilla pero al mismo tiempo un punto de compras rápidas.
Caracas es más que el lugar donde nací, es donde se todo lo que se, es donde uno aprende técnicas de supervivencia, donde matas el hambre con una bala fría en cualquier lugar, pero de todos los lugares que tiene Caracas, tengo especial afinidad o gusto por Altamira, me parece perfecto, sueño con vivir en el edificio que sirve de copete a la Plaza Francia, y despertarme con una gran taza de café y tener de vista el Obelisco.
Altamira es siempre mi punto de encuentro para casi todo, cuando voy hacer algo siempre digo: Nos vemos en Altamira! – es mi punto de partida de cualquier plan, desde la plaza sale cualquier plan en cualquier dirección: norte, sur, este u oeste. A veces digo: Búscame en Altamira cuando me van a dar la cola para algún lado o digo: Déjame en Altamira, cuando me van a dejar en algún lugar céntrico.
Es casi imposible que estando en Altamira no hagas algo, puedes comer, rumbear, quedarte en un hotel de lujo y uno 3 estrellas, ir al gimnasio, celebrar un cumpleaños, tener una cena romántica, encontrarte con los panas, etc. Durante varios años he recibido el año nuevo en Altamira, así que cierro ciclos y comienzos otros desde ese emblemático lugar.
Hoy en día Altamira es una centro de esparcimiento, es salir un ratico a caminar, es sede conciertos, ha sido escenarios de confrontaciones políticas y permanece en la memoria de todos como emblema de la oposición, estar en Altamira es ver dibujado a quienes no se la calaban. Es refugio de quienes se sientes rechazados por la mayoría: gays, rockeros, punketos, hippies, entre otros; Altamira es mente abierta y conservadora al mismo tiempo.
Cuando alguien viene a Caracas tiene que conocer Altamira, que no es nada del otro mundo pero irónicamente no parece parte de la ciudad, es como un paréntesis o una excepción en la ciudad. En Altamira se instalaron los primeros estacionamientos de bicicletas – que nadie uso, ni entendió el uso-, las primeras luces en Navidad para decorar la ciudad, el semáforo funciona, la gente cambia cuando llega allí – la ultimas vez que eso sucedía era en el Metro-, hay gente bonita, tiene la transición perfecta entre la burguesía y la clase media.
En Altamira he visto practicas de yoga, ferias del libro, obras de teatro, conciertos, caminatas, maratones, desfiles, marchas, enfrentamientos, carnavales, entre muchas cosas. Tengo mi rutina armada para cuando viva en Altamira, despertar un sábado y subir al Ávila, desayunar en Migas, almorzar con la familia en Mamma Nostra, ir los domingos a la iglesia Don Bosco, luego bajar al Celarg a ver una obra o algún festival de cine, irme de rumba a Greenwich, quedarme un día en el Caracas Palace, sentarme en La Estancia a relajarme y luego volver a la casa de mis sueños frente a la Plaza Francia.
Mientras no viva allí seguiré soñando, hasta entonces siempre le diré al conductor del bus: Por Altamira me hace el favor señor!
viernes, 14 de enero de 2011
Follow / Unfollow
En estos días me tope con una revista que mostraba lo mas resaltante de cada década, me encontré con cosas que había olvidado y con cosas que no sabia que pertenecían a esa época, seguidamente pensé en las cosas que seria emblema de esta década. Definitivamente creo que el 2000 se caracteriza por su interacción a distancia, telefonía inteligente y redes sociales.
Hoy en día tenemos expresiones y palabras que no decíamos hace 15 años, o incluso hace 10 años, palabras o verbos que son del 2000 para acá y cuyo significado se ha ampliado o cambiado. Hay una palabra en particular que me gusta y me genera curiosidad: Seguir.
Desde que nacieron las redes sociales lo que hemos hecho es seguir, bien sea los pasos de esa pareja en la que no confiamos, o seguir las andazas de mi familia, seguir a mi artista favorito, etc. Seguir suena simple pero ha generado un ruido particular en mi diccionario, y me hace preguntar ¿Por qué seguimos algo? Y al mismo tiempo me pregunto ¿Por qué me siguen?.
Hay un proceso mas complicado que simplemente hacer click en “Seguir”, requiere de actitud, admiración, interés, importancia, complicidad, entre otras cosas, porque algo tiene esa persona que la agrego como amigo o la sigo para ver que tiene que decir o mejor dicho para ver lo que dice. Adicionalmente podemos dejar de “seguir”, darle Unfollow a alguien porque sus estupideces.
Creo que el mundo cada vez mas se esta sincerando, seguir a alguien y de repente dejar de hacerlo, es lo que el hombre ha querido hacer durante años, pero la reglas sociales no lo han permitido. Jesús comenzó con 12 seguidores y hoy en día con cuenta cerrada y todo sigue teniendo seguidores, precursores, etc.; no obstante hay gente que dejó de seguirlo.
Seguir es encontrar un punto en común, es ver que alguien piensa como tú, a veces hemos seguido a la persona equivocada, y cometemos errores. A veces seguimos consejos que no son los mejores, y hoy en día podemos darle a un gran, seco y elegante Unfollow, y no hay nada que hacer, nadie puede reclamar.
Hace días mi hermano me dijo: dejar de escribir esto… o te doy Unfollow, mi respuesta fue: OK. La gente me sigue porque quiere, por pana, por apoyarme, por saber que escribo, porque le interesa lo que pienso, porque es fino, es divertido, etc; pero estan en plena libertad de dejar de hacerlo. Sucedió con mi blog, lo hice para drenar lo que pensaba del mundo y terminé teniendo seguidores, pocos pero los tengo.
Luego cree un proyecto nulo llamado: Álbum de Mal Gusto, que nació de una muletilla que usaba para todo lo que me parecía feo, burdo, ordinario, sin clase, sin educación y sin cultura general, comenzó con un print de pantalla y terminé generando un efecto jamás pensado, seguidores, unos conocidos, otros colaboradores, otros desconocidos totalmente y otros fieles a lo que hago. Algo tenía, algo gustó y sigue allí.
Seguir es una cualidad innata del hombre, tenemos que seguir a alguien, le seguimos la corriente a la serpiente y aquí estamos, seguimos a Jesús y aquí estamos, algunos siguieron al comandante y aquí estamos. Seguir viene con esa cualidad social que tenemos como humanos, siempre tenemos que seguir algo o alguien y siempre alguien nos esta siguiendo los pasos.
Yo sigo escribiendo, y alguien me sigue leyendo, yo sigo a algunas personas, y estas a otras, y así sucesivamente, y a quien no le guste que le de Unfollow.
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