jueves, 22 de abril de 2010

Segundos nombres nunca son buenos...

Desde que tengo memoria he tenido que lidiar con la repetida escena de explicar la procedencia de mi nombre, porque todo el mundo asocia Lenin con el famoso líder comunista de Rusia, todo el mundo dice: Ah tus papás son comunistas?... O también es típico escuchar: Con ese nombre debes ser chavista o algo así.

Ciertamente, no culpo a nadie de asociarme con este hombre que me tiene la vida ladillada, es la única referencia que tiene la gente, busqué en Google y sólo apareció un Lenin que es poeta y panameño... Estoy seguro que mi nombre no viene por el poeta panameño, porque mi mamá no lee poesía y menos panameña. Mi nombre viene por mi abuela quien trabajaba en una maternidad y el anestesiologo se llama Lenin, eran buenos amigos y ella quería ese nombre para su primer nieto, la mayor de sus hijas no le puso Lenin a mi primo, mi tío tampoco y mi mamá se vio en el compromiso de hacerlo, para que la vieja dejara el fastidio.

Hoy en día, agradezco a mi abuela su insistencia, siempre he pensado que la gente tiene cara de acuerdo a su nombre, y yo tengo cara de Lenin, mi mamá pensaba ponerme Miguel Angel. No puedes ser niche, tener el pelo decolorado con agua oxígenada, usar el cabello amarrado con gelatina y tener una discoteca en las uñas y llamarte Fabiana, debes tener un nombre compuesto, algo como Yhenexeidy con H intercalada, porque es el nombre que va con esa personalidad.

Agradezco llamarme Lenin porque además no hay muchas opciones de abreviarlo, ni muchas opciones de cambiar a un sobrenombre, sin embargo nunca puede faltar alguien que, por mi baja estatura, invente un sobrenombre: Elena(nito), entre otras cosas así.

No obstante, tengo un segundo nombre, y debo confesar que soy enemigo del segundo nombre, no me gusta, me pesa en la partida de nacimiento, y aunque combina con el primero, no luce. Un segundo nombre es relleno, es accesorio, es como enchular un carro, no tiene mayor peso en el nombre completo, nunca nos presentamos con el segundo nombre, además la gente lo oculta, nunca habla del segundo nombre, nunca responden al segundo nombre, y pocas personas he visto orgullosa del segundo nombre.

El segundo nombre es un problema incluso para ponértelo, porque el primer nombre no combina, y la idea es que rime o foneticamente funcione como: María Andreina, Carmen Elena, Juan José, José David, Marco Aurelio, entre otros. Mi segundo nombre es Alberto, por mi papá, para que ambos tuviéramos el mismo segundo nombre, pero estoy seguro que mi papá odiaba su segundo nombre, y no porque no me guste Alberto, sino porque cualquier segundo nombre perdería fuerza y sentido ante un Lenin de primero, e incluso como segundo nombre es horrible.

El segundo nombre es incluso una razón para avergonzarse, la gente prefiere decir que es puta, gay, malandro, narcomula, hasta asesino en serie, que decir su segundo nombre, es tabú, es caca, es un problema familiar, es un rencor guardado hacia la mamá, del segundo nombre no se habla en esa casa, y sin exagerar, casi terminamos llamándonos como el villano de Harry Potter: Quien-no-debe-nombrarse.

Adicionalmente, que sentido tiene un segundo nombre en un mundo que vive y gana dinero con nombres artísticos, no me imagino a artistas con nombres como Luis José Fonsi, Ricky Jesús Martin, Laura Andreina Pausini, Olga Magaly Tañon y casos peores. Dios hizo al hombre y a la mujer, los llamó Adan y Eva, no Adan Manual y Eva Margarita, así que dejemonos de inventos, y olvidemos los segundos nombres, porque como las secuelas de las películas, segundos nombres nunca son buenos.

miércoles, 14 de abril de 2010

Lo que hizo Ricky...


Ricky, primero que nada te felicito por tu gesto de sincerarte con el mundo, sin embargo no había necesidad, el mundo igual piensa lo que le da la gana de pensar, lo que hiciste no fue mas que confirmar lo que ya hace muchos años se hablaba, lo mismo hacen con una mujer con un poco de panzita, o una mujer que sale y habla con muchos hombres, se empieza a rumorar que esta embarazada y le inventan como 5 padres distintos solo porque a la muchacha no se le conoce novio.

Imagino que sobre tu declaración hay opiniones encontradas, unos dirán que es publicidad, otros que Al fin!!, unos cuantos saldrán y dirán que ya lo sabían, y otros tantos afirmaran haberte visto con muchos hombres en situaciones comprometedoras, porque eso es lo que hace la gente cuando hay un secreto a voces. No se como hace la gente pero mientras mas escondes algo mas se te nota en la cara y mas comentan de ti.

Ahora bien, lo que hizo Ricky no fue nada del otro mundo, lo que hizo lo hace todos los días algún chico o chica reprimido por reglas sociales, todo los días nace un niño y todos los días sale alguien del closet, y todos los días alguien asume que es gay o lesbiana.

El mismo miedo que alguna vez sintió Ricky lo siente el malandro que en su barrio no puede confesar su homosexualidad, o el chico que es hijo único, o el varón de la familia, o el viejo que a su 37 años no tiene esposa, o el ingeniero Summa Cum Laude, porque en este país no se puede comer chicle y caminar la mismo tiempo, en este país no se concibe un beisbolista gay, ni un político gay, ni un doctor gay, ni un fiscal de transito gay, mucho menos un malandro gay.

Ricky ya no es un gran cantante, buen bailarín y primer latino en captar la atención del publico norteamericano, no, ahora es una loca, todos hacen chistes de su condición, ahora se especula si es activo o pasivo, si alguna vez usó tacones y empiezan a salir los cobardes aprovechados confesando relaciones ocultas con el y hasta creo posible dudemos si “Maria” era una canción dedicada a su pareja. Lo mismo pasa en cualquier calle de esta ciudad y de cualquier otra, solo que sin paparazzi ni premios Grammy; el merito muere ante una confesión de homosexualidad, podrás descubrir la cura del SIDA y si eres gay eso será un “pero” tu vida, como le sucederá a Ricky.

Ricky ya no es atractivo, ahora es un “desperdicio” según el gremio femenino, todo su encanto, sex appeal, y sus candentes movimientos pierden efecto ante su “bendecida” homosexualidad.

Siempre he pensado que ser gay es como tener ojos azules u ojos marrones, ser negro o achinado, no entiendo porque el mundo se estremece tanto por una condición humana, por qué genera tanto morbo saberlo o no saberlo, por qué es tan difícil asumirlo, y adicionalmente manejarlo como algo normal, porque es normal… Han pasado más de 2000 años y el mundo sigue pensando igual, los avances han sido físicos y no mentales, hemos llegado a la luna y no hemos llegado a reconocer a las minorías: negros, latinos, gays, lesbianas, etc como algo normal y respetable.

Entiendo que, en teoría, hay un deber ser, todos debemos tener hijos, carros, perro, acciones en un club, entre otras cosas sin importancia, pero también creo que hay un derecho, un derecho a vivir como nos plazca y con quien nos plazca, hay un derecho a ser aceptado como somos, con las implicaciones que tenga; hoy en día hemos aceptados que hay drogas, violencia, prostitución, trafico de órganos y no aceptamos que alguien como Ricky quiera compartir su vida con otro hombre, tener gemelos y vivir sin causar problemas. Hemos aprendido a lidiar con problemas y no con tabues.

Eso es lo que yo llamo un retroceso, mental, social y emocional de la raza humana, es lo que me avergüenza de ser un Animal Social y lo que detesto de lo que al final nos convertimos nosotros mismos. Ricky solo dio un paso adelante en su evolución como humano, se aceptó y se enfrentó a su mas grande sueño, su carrera; posiblemente Ricky no sea tan admirado como antes o posiblemente lo sea mucho mas, pero indiscutiblemente haberse confesado gay marca un antes y un después en su vida, como sucede con quien se acepta como es o con quien lo oculta, y es lo que no debió suceder.

Dejemos de ocultar y comencemos a mostrar, dejemos de fingir que somos normales, cuando en realidad somos distintos, dejemos de ser fuego de noche y nieve de dia, comencemos a hacer lo que hizo famoso a Ricky, comencemos a Vivir la Vida Loca, estoy seguro que nos ira mejor.

miércoles, 7 de abril de 2010

Alicia en el Pais de las Maravillas


Alicia es una niña de alta sociedad, canta gaitas en el intercolegial, vive metida en Tolón, y últimamente sólo ve peliculas 3D...

Un día Alicia tenía que ir al Casa de Bolívar por una tarea, cuando de repente fue abordada por un individuo llamado "El Conejo", quien le quitó el reloj Technomarin que le trajo hoy en día desenmascarado niño Jesús y corrió hasta internarse en El Metro, ella lo persiguió y creyendo que las escaleras mecánicas servirían se tropezó y cayó en un mundo desconocido para ella, donde todos son usuarios, y por una razón que ella no entendía la raya amarilla era un peligro.

Alicia rodó por las escaleras, pero eso no le impidió seguir a "El Conejo", como ella nunca había entrado al "Sistema" se salto el torniquete, pero esto pareció no importar a las autoridades de este raro mundo. Ella no entendía de Líneas y tomó la Línea 1 cuando "El Conejo" tomó la línea 3, creyendo que esa línea lo llevaba a Capuchinos o para Caricuao.

Alicia tomó un vagón sin aire, full de gente y sumado a su afán por recuperar su Technomarine, la árrechera no era normal, y le tocó toparse con unos imbéciles que estudian en el mismo colegio católico, cantando canciones de La 5ta Estación, ademas darles algo de dinero a un hombre con el pie gigante y también ayudar a un hombre con problemas psiquiátricos, dejándo asi toda su mesada.

Alicia no aguantó el calor y se bajó en un lugar llamado Capitolio, porque alguien le dijo que allí se legislaba todo el país, e ingenúamente creyó que allí estaría la solución. Mientras salía de la estación se encontró con una mujer con un "niño" -ya grande- en los brazos vendiendo lápices elásticos porque no tenia para comer.

En su búsqueda, Alicia se devolvió al "Sistema" y tuvo que calarse una viejita que en defensa de los animales sacó artículos de prensa de hombres-mono, caballos con cara hombre, entre otras rarezas con el fin concientizar a la población a no comer carne ni matar animales, y para rematar le tocó toparse con un conato de Harry Potter que sólo se sabía el truco de las pelotas.

Alicia preguntó en la caseta de información donde podría conseguir malandros y rateros y le indicaron que se bajara en Plaza Venezuela y caminará el Boulevard de Sabana Grande y allí podría encontrar de todas las especies, pero que tuviera cuidado con la policía, porque estaban allí para dar la impresión de seguridad, pero no era así.

Alicia siguió las instrucciones tal cual sin embargo la curiosidad pudo más que cualquier cosa y se detuvo a presenciar un espectáculo de baile entre un hombre y una muñeca, otro de un mimo y entre el bululu choco con Barney (nada parecido con el que vió en Orlando). Llegando a Chacaito preguntó por "El Conejo" y le dijeron que le preguntará al "Sombrerero", que no era más que un búhonero que vendía toda clase de gorras, sombreros, etc, buscó al susodicho y este le ofreció- además de información- Té de Campanita y Brownie Especial y en eso ve a "El Conejo" vendiendo el reloj que había robado y para recuperarlo debía pagar, irónicamente esto sucedía frente al camión de la policía.

Alicia se rindió y no recuperó el reloj pero descubrió un mundo paralelo, un mundo que lleno de personas medio locas, personajes particulares y únicos que parecieran salir una historia de Tim Burton, pero no es así, porque el país de las maravillas esta debajo de nosotros, vivimos y lo vemos a cada rato, es un caos ida y vuelta y una solución al mismo tiempo, todo puede suceder, incluso lo que menos pensamos.

Tienes 500 Bs que me prestes para ir al país de las maravillas?

La Herida


Una de las cosas que más nos hace humanos es la herida, es la expresión máxima de nuestra vulnerabilidad, la herida nos recuerda que no somos invencibles, al menos físicamente, nos recuerda que estamos aquí por un ratico y curiosamente tiene un efecto motivador que nos invita a seguir adelante.

La herida no puede pasar y ya, no es simplemente cortarse, curarse y seguir, debe dejarnos una marca que nos recuerde qué pasó en ese momento de nuestras vidas, es por eso que tiene una asistente que trabaja tiempo completo 24/7 llamada Cicatriz.

La cicatriz puede ser más dura que la herida, siempre estará allí, arrastrando el pasado, lo que fue y lo que fuimos, la herida es una abertura de nuestra armadura pero la cicatriz es la armadura reparada, rota, remendada, y con la que debemos seguir en esta batalla de vivir.

Cuando me veo al espejo veo que no tengo casi cicatrices, lo cual enorgullece a mi madre porque indica que me porte bien, que fue buen muchacho, mientras que a mi me parece aburrido, no tener marcas de bicicleta, de un juego de fútbol, o simplemente de una caída corriendo.

Por una suerte de masoquísmo inconsciente hoy -ya grandes- buscamos heridas y pareciera que quisiéramos tener cicatrices, con la diferencia que ahora son emocionales, cambiamos las caídas por parejas, los tropezónes por traiciones, y paradójicamente no nos agarramos puntos o nos ponemos curitas, con la excusa que el tiempo lo cura todo, y por tanto elegimos evadir el dolor de la herida, la lección que nos quiere dejar y la cicatriz que tarde o temprano vamos a tener.

Siempre he pensado que cuando terminamos una relación o nos terminan, nos maletean, nos dejan porque no nos merecen, o porque tiene replantearse la vida, debemos asumir nuestro dolor: hacerle caso, verlo, analizarlo, tal como hace un doctor con una herida física. Nosotros optamos por salir, distraernos, rumbear, acabar los trapos y hasta tirarnos a cualquiera disponible.

Al final del proceso de entretenimiento, el resultado es estar con la herida abierta como cuando nos lástimaron y llorando del dolor y sin opciones de cura rápida. Tenemos que ser valientes, enfrentar el dolor, asumirlo pero sin caer en publicarlo en el facebook o el twitter, pero si lo suficiente como para que al final de proceso el dolor haya pasado.

Vamos a hacerle caso a las heridas que nos dejan, la herida es importante aunque la haya dejado un infeliz, dejemos de ponernos curitas, agarremonos puntos, que nos cosan aunque duele, total existe la cirugía plástica.