viernes, 14 de enero de 2011

Follow / Unfollow


En estos días me tope con una revista que mostraba lo mas resaltante de cada década, me encontré con cosas que había olvidado y con cosas que no sabia que pertenecían a esa época, seguidamente pensé en las cosas que seria emblema de esta década. Definitivamente creo que el 2000 se caracteriza por su interacción a distancia, telefonía inteligente y redes sociales.

Hoy en día tenemos expresiones y palabras que no decíamos hace 15 años, o incluso hace 10 años, palabras o verbos que son del 2000 para acá y cuyo significado se ha ampliado o cambiado. Hay una palabra en particular que me gusta y me genera curiosidad: Seguir.

Desde que nacieron las redes sociales lo que hemos hecho es seguir, bien sea los pasos de esa pareja en la que no confiamos, o seguir las andazas de mi familia, seguir a mi artista favorito, etc. Seguir suena simple pero ha generado un ruido particular en mi diccionario, y me hace preguntar ¿Por qué seguimos algo? Y al mismo tiempo me pregunto ¿Por qué me siguen?.

Hay un proceso mas complicado que simplemente hacer click en “Seguir”, requiere de actitud, admiración, interés, importancia, complicidad, entre otras cosas, porque algo tiene esa persona que la agrego como amigo o la sigo para ver que tiene que decir o mejor dicho para ver lo que dice. Adicionalmente podemos dejar de “seguir”, darle Unfollow a alguien porque sus estupideces.

Creo que el mundo cada vez mas se esta sincerando, seguir a alguien y de repente dejar de hacerlo, es lo que el hombre ha querido hacer durante años, pero la reglas sociales no lo han permitido. Jesús comenzó con 12 seguidores y hoy en día con cuenta cerrada y todo sigue teniendo seguidores, precursores, etc.; no obstante hay gente que dejó de seguirlo.

Seguir es encontrar un punto en común, es ver que alguien piensa como tú, a veces hemos seguido a la persona equivocada, y cometemos errores. A veces seguimos consejos que no son los mejores, y hoy en día podemos darle a un gran, seco y elegante Unfollow, y no hay nada que hacer, nadie puede reclamar.

Hace días mi hermano me dijo: dejar de escribir esto… o te doy Unfollow, mi respuesta fue: OK. La gente me sigue porque quiere, por pana, por apoyarme, por saber que escribo, porque le interesa lo que pienso, porque es fino, es divertido, etc; pero estan en plena libertad de dejar de hacerlo. Sucedió con mi blog, lo hice para drenar lo que pensaba del mundo y terminé teniendo seguidores, pocos pero los tengo.

Luego cree un proyecto nulo llamado: Álbum de Mal Gusto, que nació de una muletilla que usaba para todo lo que me parecía feo, burdo, ordinario, sin clase, sin educación y sin cultura general, comenzó con un print de pantalla y terminé generando un efecto jamás pensado, seguidores, unos conocidos, otros colaboradores, otros desconocidos totalmente y otros fieles a lo que hago. Algo tenía, algo gustó y sigue allí.

Seguir es una cualidad innata del hombre, tenemos que seguir a alguien, le seguimos la corriente a la serpiente y aquí estamos, seguimos a Jesús y aquí estamos, algunos siguieron al comandante y aquí estamos. Seguir viene con esa cualidad social que tenemos como humanos, siempre tenemos que seguir algo o alguien y siempre alguien nos esta siguiendo los pasos.

Yo sigo escribiendo, y alguien me sigue leyendo, yo sigo a algunas personas, y estas a otras, y así sucesivamente, y a quien no le guste que le de Unfollow.