lunes, 23 de mayo de 2011

Ellos... Los Sin Nombre


Una cosa es conocer y otra reconocer, hay que gente conocemos y gente que reconocemos porque la hemos visto antes o constantemente, esa gente que no tiene nombre para nosotros más Señora del Café, La que limpia, La del piso 12, El de la Merú, entre otros.

Es la gente que reconocemos pero que al final conocemos porque vivimos su día a día, vemos cuando sale, cuando entra, cuando se va y cuando regresa, es la gente que nos acompaña en el silencio del ascensor con una sonrisa de Buenos Días. Esa gente que protocolarmente no conocemos pero que si nos sabemos su vida.

Son como amigos anónimos, gente que evidentemente no nos importa pero que sin embargo lamentamos cuando se muere y decimos: yo no lo conocí pero se que era buena persona.

Ellos igualmente nos conocen, y hablan de nosotros en la cena y nos dan el "Felisaño" en diciembre, niegan conocernos pero saben nuestra vida amorosa y el modelo del taxi que siempre me lleva a mi casa.

La rutina diariamente me ha llevado a reconocer y conocer el día a día de personas nulas que siempre me consigo en el metro a la misma hora en el mismo vagón, me consigo con la que trabaja en el edificio de al lado de mi trabajo, he logrado adivinar la profesión de algunos, quien se casó, quien tiene novio, a quien despidieron o renunció, quien se hizo la tetas y quien se engrapo el estómago.

Y no es ser chismoso y tener complejo de presidente de junta de condominio, es simplemente observar y mirar alrededor que hay gente que forma parte de nuestras vidas pero sin reconocimiento alguno, son amigos pendientes por aceptar, y quien sabe si hasta amores por conocer.

Echemos un vistazo a nuestro alrededor y se darán cuenta que hay gente que conocemos, que no sabemos su nombre ni cuando cumple años pero que definitivamente hemos visto antes y hemos visto siempre, e incluso hemos gastado tiempo en hablar de ellos.... Los sin nombre