Hace algunos mundiales atrás mi familia y yo íbamos a Brasil, el pentacampeón, cuna de grandes y feos futbolistas que se burlan de los venezolanos, etc… hoy 6 mundiales más adelante caigo en cuenta que no tengo un equipo preferido, que no le voy a nadie, que era de Brasil por socializar con mi familia, por compartir, pero hoy en día no le voy a nadie.
No le voy a nadie porque no sé de futbol y por tanto no se quien juega mejor, sin embargo cada 4 años uno se le pasa el switch y se entrega a la pasión y la euforia del futbol, se te sale el Goooooool!!!! de la boca y cuando menos te das cuenta dices que el director técnico es una mierda. Cada juego iba a un equipo distinto y cada vez me iba haciendo la pregunta de las 20 lochas fuertes (antes eran 20mil pero la moneda se devaluó): Por qué no estamos allí? Qué se necesita? Que nos falta? Como algunos países pobres si están allí y nosotros no?
Paralelamente veía una gran fanaticada moviéndose para apoyar al Caracas Futbol Club o al Deportivo Táchira, y me volvía a preguntar: Si tenemos el ánimo, por qué dicen que aquí no se apoya el deporte? Que nos falta para motivar a nuestra selección a llegar más lejos?
El domingo 11 fue la final España-Holanda y el mundo estaba paralizado, Caracas concentrada en plazas y locales, y yo en una multitud sudada y maloliente que apoyaba a España y otro tanto a Holanda, irónicamente muchos tenían aspecto de no saber ni donde queda Ámsterdam y otros creerían que Barcelona es en Anzoátegui, sin embargo estábamos allí todos, comiéndonos las uñas durante 90 minutos para saber quien ganaría.
Ganó España!! Hasta un pulpo lo dijo, pero España no gano porque Paul lo dijo, España ganó y muchos otros ganaron porque ese es el resultado de la pasión y el entusiasmo. Siempre he pensado que el entusiasmo es capaz de levantar hasta las más desastrosas ruinas, y la pasión capaz convertirlas en una gran ciudad.
Justo allí entendí que eso era lo que nos faltaba, entusiasmo y pasión, el entusiasmo de querer llegar mas lejos y con la pasión para no perder las ganas. España le llevó 18 mundiales llegar a donde quería, nunca llegó pero no perdió el entusiasmo y es obvio que tampoco la pasión. Ese domingo sentí que teníamos pasión pero no entusiasmo de llegar algún día allí.
Cuando vi celebrando a todos, y me incluyo, me di cuenta que Regional tiene razón en su comercial, como no tenemos por quien celebrar animamos a todos; somos un país de alegrías importadas, de celebraciones ajenas y de triunfos prestados, que somos chéveres con quien vaya en el primer lugar, por eso nos desvivimos por Estados Unidos y matamos por vivir en España. Nos sobra petróleo pero tenemos escasez del sentido de pertenencia.
Reconozco que quede afónico gritando por España y tal vez hubiese gritado por Holanda, pero no porque apoye al país, sino porque apoyo el simple hecho de echarle pichón.
Quiero aclarar que esto no es contra la Vinotinto, porque bastante pichón que le han echado, porque además este sucede con cualquier disciplina, en cualquier ámbito de la vida, apoyamos al mejor para no pasar pena y no al que lo necesita, sucede hasta en el Miss Universo, apoyamos a la Australiana porque es más bella que Venezuela, además habló mejor.
Tenemos 4 años para llenarnos de entusiasmo y para recargar la pasión, esa pasión que dejo sucia toda la avenida principal de Las Mercedes y que colapso con el Tolon Fashion Mall, la pasión que dejó sin parrilla a más de un restaurant y que acabo con el sueldo de muchos en las quinielas.
Yo no voy ningún equipo, apoyo el talento y la destreza de otros países, además aprovecho y me divierto, mientras espero por un mundial con la Vinotinto.
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