No quiero conocerte...

Hola, mucho gusto, primero te daré un nombre falso por la paranoia mundial de secuestros, trafico de órganos y por si quiero actuar con descaro y perversión pueda preservar mi identidad, sin embargo te daré mi correo para conversar por Messenger y cuadrar una cita o algo mas.

En nuestra primera salida te confesaré mi verdadero nombre, hablaremos de muchos temas como un Talk Show americano, haremos buen vínculo y nos caeremos bien, en otro momento iremos al cine y poco a poco nos conoceremos.

Justo allí decidiré no dar un paso más, las últimas veces que creo que avanzo voy en retroceso, termino donde empecé, así que he decidido no caminar, ser parapléjico en el mundo de las relaciones, decidí que no quiero conocerte.

No quiero conocerte porque con el tiempo adquiriré el poder de predecirte, de adivinarte, de saber cuando me deseas y de saber porque me das la espalda en la cama, lo que se traduce en un golpe bajo para mi. Además, conocerte me permitirá saber tus respuestas, leer tu mirada y en consecuencia anteponerme a un inminente final.

No quiero conocerte porque no quiero saber cuando quieras a otra persona, cuando deje de interesarte, no quiero adivinar tus evasivas, excusas, tus mentiras, eso seria caer en un masoquismo del que ya tengo experiencia.

No quiero conocerte, porque no quiero que me caigas mal, no quiero odiarte mañana, ni quiero dejar de verte, prefiero quedarme con tu número y tu email, son suficientes para estar en contacto. No quiero conocerte y posiblemente decepcionarme, hasta ahora me pareces una persona extremadamente encantadora.

No quiero saber tu signo, ni tu ascendente, porque creería todo lo que dicen los astrólogos de ti, leería cada domingo la revista para saber que me espera contigo, y todo porque en el fondo querría saber mas de ti.

Conocerte trae consigo una serie de sorpresas de las que no estoy preparado, a pesar de tener la experiencia suficiente; conocerte es saber cuando te iras e irónicamente no saber si volverás, es saber cuando no eres feliz a mi lado, y cuando tu felicidad tiene otro numero de cedula.

Quiero quererte solo un poco, y conocerte de a poquito, que al pasar el tiempo me falte mucho por saber, que siempre seas impredecible, prefiero que termines siendo una sorpresa que la crónica de una muerte anunciada. Suficiente tengo con quererte, como para ahondar más en lo que no debo; déjame solo pistas de tu forma de ser, que yo dejaré rastros de la mía, porque ni tu ni yo debemos conocernos, solo querernos.