domingo, 1 de noviembre de 2015

Soy un guevon

Soy un guevon

Ese pareciera ser un nuevo gentilicio, el de pocos debo decir, pero cada vez soy menos venezolano y más guevones. Para ponernos en contexto, un guevon es una persona tonta o despistada. 

Soy un guevon porque no vendo mi cupo Cencoex, no pago a bachaqueros para que me lleven el mercado a la casa, no me coleo, evito las palancas, pago mi pasaje de 18 Bs los domingos, me paro detrás de la raya amarilla en el Metro, pido permiso y digo Por favor, saludo con Buenos días, trato de cruzar por el rayado y espero mi luz verde, porque no soy vivo.

Soy guevon porque mi trabajo no es revender todo más caro, porque aun no me he ido del país, porque renuncie a mi trabajo en un país como este, porque hablo bien y no hablo malandro. 

En ese sentido estoy "aguevoniado" porque no se nada de los asesinatos que pasan en Caracas, porque me visto llamativo y eso atrae robos, porque a veces saco el celular en la calle, porque aun no tengo carro, porque no me he chuleado a nadie, porque no me caso para tener una nacionalidad ni mucho menos pago por eso, porque me gusta comer bien y no barato. 

Pareciera que definitivamente vivo en otro mundo, que mi cédula dice VENEZOLANO, pero realmente no lo soy, porque no comulgo con muchas cosas que suceden aqui, porque son pocas las cosas que me preocupan y más las que me hacen feliz. Ser venezolano se convirtió en ser el que más tiene dinero en corto tiempo, en ser el que se va mirando hacia atrás lo que dejó, en aprovecharse de la situación con la excusa que el Gobierno lo hace y peor. 

Queremos sacar el país adelante pero sin perder el dólar paralelo porque se caen muchos negocios por ahí, sin bajar los precios porque ese es otro negocio bueno, sin que los carros se devalúen y el mt2 tampoco. 

Los venezolanos no es que son vivos, es que no son guevones, como yo. 

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