Soy de los que disfruta una fiesta, si fuese por mi andaría en
una fiesta constante, me encanta una boda, me rio mucho en los 15 años, me
aburro en los bautizos y primeras comuniones, me gustaría ir a una fiesta Wild
On, disfruto mucho los cumpleaños tanto mios como de mis amigos, en fin.
La fiesta es un ritual universal, cada cultura hace a su
manera una fiesta y celebra a su manera cada cosa, unas mas importantes que
otras, pero fiesta al fin. La fiesta no discrimina estratos sociales, todos
hacemos fiestas y durante una noche todos podemos estar celebrando algo y
compartiendo con amigos, el trasnocho es el mismo para el del barrio como para
el príncipe Guillermo.
La fiesta es un elemento socializador, hace años el roce
social se daba en fiestas, no ir a fiestas era ser anónimo e invisible para
sociedad, y eso no ha cambiado mucho, ir a una fiesta es sentirse parte de un
grupo que quiere compartir contigo. Y cuando no somos invitados nos sentimos
rechazados o excluidos.
Por cualquier excusa es bueno hacer una fiesta, si
ascendiste en el trabajo hagamos una fiesta, si te vas país hagamos otra
fiesta, si renunciaste reunimos hacemos una despedida, si esperas un bebé el
baby shower se transformó en una fiesta, si es Carnaval hagamos una fiesta de
disfraces, y asi sucesivamente nos vemos envueltos en una constante e
interminable celebración.
La fiesta forma parte del mapa genético de la gente, es
inevitable no sentirse atraídos por una fiesta, no podemos negar que la fiesta
del vecino estuvo buena y no me invitó. Para bien o para mal nuestro día a día
esta lleno de fiestas, algunas internas y de un solo invitado y otras externas
con quienes queremos.
Las fiestas siempre están atadas a un logro, una meta alcanzada
o un objetivo por alcanzar, comprar ese apartamente merece una fiesta se hace
un Open House, tener ese bebé luego de varios intentos merece una fiesta y
hacemos un Baby Shower, graduarse de lo que tanto te gusta merece una fiesta,
espera 15 años para ser considerada una señorita merece una fiesta, y asi todos tenemos nuestras excusas para
celebrar.
Los fines de semana son sinónimo de fiesta y no hacer nada
el fin de semana, es asumir que no fuimos a una fiesta, pero siempre sale
alguien cumpliendo años, armando un bochinche, etc, asi que las fiestas no faltan, no se vencen, no caducan,
son ilimitadas, y es hasta abrumador cuantas fiestas se pudiesen estar haciendo
en una noche o pensar en cuantos globos se explotan en una tarde mientras miles
de niños cumplen años.
Todos los días nace alguien, todos los días muere alguien,
todos los días cumple alguien y todos los días hay una fiesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario